martes, 20 de octubre de 2020

VIVENCIAS DE TRES AÑOS DE EXILIO… Autor: Gloria Montilla Rugeles

 VIVENCIAS  DE TRES AÑOS DE EXILIO…

No es fácil escribir sobre vivencias de hace tantos años… hoy tengo 80 y estas cosas transcurrieron cuando estaba entre los 13 y los 15 años.

Muchas personas que no han tenido la experiencia de vivir exiliados, se imaginan que ha sido una vida maravillosa  sin tropiezos… la mayoría de los venezolanos expulsados de su país por pensar diferente y expresarlo, que llegamos a México, si bien tuvimos un buen recibimiento,,,no era nada fácil sobrevivir sin la posibilidad de encontrar un trabajo estable. México es un extraordinario país que ha puesto siempre a su propia gente, en primer término y si no tienes residencia otorgada o has sido contratado por una empresa mexicana, pues no tienes esa opción sino que hacer trabajos honestos a destajo. 

En ese gran grupo que llegó a México durante los diez años que duró la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, había personas de cualquier profesión: médicos, ingenieros, farmacéuticos, arquitectos, abogados, administradores, docentes de primaria, profesores de educación media y universitarios, estudiantes que llegaron cuando la dictadura cerró la universidad en 1952, escritores, poetas, periodistas, economistas, y políticos de todas las ideologías y de los partidos conocidos. 

En aquella amalgama, supimos convivir y obviar totalmente los resquemores o celos políticos, las reuniones eran sin distingo y todos concurríamos… solo éramos venezolanos!  Los niños aprendimos a querer a nuestro propio país observando el fervor patrio del mexicano.

Los oficios más variados que nadie pudiera imaginarse: arreglar zapatos de casa en casa fue una tarea que con diligencia ejercieron varios de los sindicalistas, elaborar dulces y pasteles, vendedores subpagados por no tener residencia otorgada, correctores de pruebas para imprenta, enviar a Venezuela objetos y prendas de vestir para la venta, libros de los escritores que se lograban imprimir en México y se podían vender en Caracas, sillas de montar, objetos de cuero y eventualmente de plata…hacer hayacas fue una de las opciones que tuvieron éxito, fueron aceptadas por los mexicanos ya que se asemejan a los tamales.

En esos tres años de 1953, 1954 y 1955 se desarrollaron actividades que requerían mucha dedicación, Ocurría que en Guatemala había un gobierno que no era bien aceptado por los Estados Unidos y estos mantenían una actitud beligerante llegando a propiciar que vecinos de Guatemala, como Honduras y Nicaragua, movilizaran invasiones…y los venezolanos solidarios lograron que otros países de Latinoamérica se pronunciaran en contra de esas invasiones, sobre todo que llevaran a Caracas a la X Conferencia Interamericana, sus opiniones contrarias a la actitud norteamericana… pero eso eran cartas y telegramas y eventualmente llamadas telefónicas a diferentes compatriotas… y es que había venezolanos expulsados en todos los países del continente americano… 

Teniendo en este grupo de más de 120 familias exiliadas que lograron procrear más de 60 niños, nació uno de nuestros laureados comunicadores sociales: el 18 – 11- 53 vino al mundo el primogénito de César Rondón y su esposa Roselena, un hermoso niño de 3 kg. ..” Contra lo que pudiera pensarse por el padre, el niño no se llamará Duro Pan, como sugería Andrés Eloy Blanco para respetar la tradición de Maracaibo, ni Amargo Exilio, etc. sino César Miguel “…(Diario 53 -54 de Ricardo Montilla).

Cada 31 de diciembre se realizaba una reunión en casa de Don Rómulo Gallegos a la que asistíamos casi todos los desterrados y otros que espontáneamente se habían salido de Venezuela y serian dos fiestas navideñas sin la compañía de Doña Teo, la esposa de Rómulo Gallegos, lo cual generaba depresión en el ánimo del escritor. Andrés Eloy le compuso como obsequio especial  el siguiente poema:

Entre los exiliados estaban dos de nuestros insignes literatos: Andrés Eloy Blanco y Don Rómulo Gallegos. El primero producía su obra poética, llegando a bautizar a “Giraluna” y Don Rómulo era requerido por algunas editoriales para reproducir sus novelas y también se inspiraba para escribir una de ambiente mexicano. También se logró editar póstumamente ”El Libro Negro”, sobre la dictadura, que había escrito Leonardo Ruiz Pineda y no pudo hacerlo él porque fue asesinado por esa misma. Desde Costa Rica, Rómulo Betancourt escribía su gran obra “Venezuela: Política y Petróleo,  Siso Martínez editó libros de historia venezolana, para niños. Juan Liscano desde París envió material sobre Gallegos, así como Ulrich Leo, y también se pudieron editar. 

En 1954 Don Rómulo cumplirá 70 años y “Doña Bárbara” 25 de haber sido publicada, por lo que a Ricardo Montilla, mi padre, se le ocurrió organizar un homenaje internacional para el cumpleañero y su obra. Esta actividad requirió enorme dedicación y organización. Se reunió mi padre, con un grupo de intelectuales, mexicanos, españoles y cubanos y argentinos: Don Jesús Silva Herzog, Andrés Iduarte, Nicolau D’Orwel, Raúl Roa, Arnaldo Orfila….(los no mexicanos eran exiliados, los españoles tenían su gobierno de República Española, execrados por Francisco Franco, los cubanos por Machado y Fulgencio Batista, los Argentinos de Perón y los venezolanos de Pérez Jiménez.)

Cada uno de estos comisionados debía escribir a personas e instituciones de sus países y de otros donde tuvieran conocidos para motivar el homenaje al escritor y escribir algo sobre su obra o sobre el mismo escritor… además debía producir también material para la prensa y para incluirlo en un volumen que se haría para el homenaje… y de paso cumplir con las tareas que los ayudaban a la subsistencia cuando no les enviaban los familiares alguna ayudita monetaria o el producto de lo que hubieran vendido si les habían mandado algo para vender. Muchas veces se prestaban entre ellos para cubrir una colegiatura, para pagar algún servicio público…una consulta médica, un medicamento,,, y todos siempre dispuestos…y sin retardo a pagar el préstamo a la primera entrada que tuvieran.

En nuestra casa se estableció una mini industria hayaquera. Todos teníamos alguna tarea: mi papá debía arreglar las hojas que las vendían crudas, él inventó cocinarlas al vapor y quedaban perfectas, también ayudaba a untar las hojas, a mi me correspondía cortar las cabuyas para amarrar las hayacas, moler tomate y cebolla, mis hermanos mayores, ayudar en el amarre y luego la repartición, porque solo se hacían por encargo…otra tarea que también debía ejecutar era llamar por teléfono y ofrecer las hayacas. Esta tarea me fue de gran ayuda para las relaciones públicas, pues como mi madre los conocía me indicaba cual debía ser el trato que yo les diera.

Como el homenaje a Gallegos debía ser para su cumpleaños el 2 de agosto de ese año 54, la actividad era permanente y agotadora en esfuerzo físico y económicamente, ya que constantemente se enviaban telegramas y cartas y paquetes por correo. Ya era 22 de julio y con gran contento habían programado actos para cada día de esa semana. El principal sería en el Palacio de Bellas Artes y el Salón Bolívar de la Universidad Nacional de México, y en otros espacios….y de pronto… la gran frustración, pues por un incidente político dentro del gobierno mexicano, destituyeron al Director del Palacio de Bellas Artes y el nuevo no quiso respetar la programación y tampoco la UNAM consideró viable prestar su espacio. Pero la aceptación internacional había sido completa y llegaron obras sobre Gallegos y sus novelas, de Gabriela Mistral, de Ciro Alegrìa, de Ulrich Leo, de Juan Bosch, Benjamìn Carriòn, Mauricio Magdaleno, Salvador Azuela, Juan Liscano, Lowel Dunhan, Waldo Frank y otros. Y al final el acto principal se hizo en el Centro Asturiano, y la prensa pudo destacar el evento. Mi padre había logrado que el Fondo de Cultura Económica, hiciera una edición especial de “Doña Bárbara”, que se presentó con una encuadernación en piel y firmada por Don Rómulo Gallegos. El menú se imprimió colocando la reproducción de las portadas de “Doña Bárbara”, y muchas personas los hicieron firmar por Don Rómulo y el General Lázaro Cárdenas y otros de los asistentes al banquete. Fue todo un logro que seguía dando satisfacciones, al recibir información de cada país de los eventos que se habían celebrado y del material escrito que se recibía para elaborar una publicación con todo eso…que fue celosamente archivado por Ricardo Montilla y dicha publicación solo pudo lograrse varios años después de su muerte, ya que mi madre, con todo el material compilado logró editar un libro titulado “Rómulo Gallegos” Homenaje Continental, editado en 1985, por Ediciones del Congreso de la República.

En la prensa mexicana, especialmente los diarios “Novedades” y “El Nacional”, elaboraron unos suplementos literarios que causaron gran admiración y mi padre se dio a la tarea de hacerlos llegar a todos los países posibles, vía aérea y postal ordinaria y personalmente a cuantos viajeros conocidos salían de México.

El homenaje fue realmente continental y cada día se recibían noticias y colaboraciones de los diferentes países del mundo. Y del propio país del homenajeado apenas se conoció que la dictadura de Pérez Jiménez había prohibido que se nombrara a Rómulo Gallegos y que habían contratado a un pretendido escritor, para que produjera una obra mejor que “Doña Bárbara”, y que inclusive suspendieron sin razón ni motivo la conmemoración de las Bodas de Plata  de “Doña Bárbara”, que había programado la Asociación de Escritores de Venezuela. Pero por contraste se supo que había gran demanda, ”a la chita callando”, de las novelas de Gallegos, entre los militares.

El carácter jocoso de Andrés Eloy Blanco se manifestaba simpáticamente en las reuniones. El 11 de julio se celebró un banquete en honor de Diego Córdova por la publicación de su “Miranda, Soldado del Infortunio”. La conviavilidad había sido espléndida y como  invitados de honor estaban: Gallegos, Herzog, Fabella, García Cabral el pintor y dibujante, Luis I, Rodríguez, Andrés y Nicolás Guillen y Ricardo Montilla. También habían sido invitados Iduarte y Roa, pero no pudieron asistir. Don Rómulo había preparado unas palabras en las que mencionaba a costarricenses y nicaragüenses y no mencionó a los cubanos porque las había preparado de antemano e ignoraba que Nicolás Guillen asistiría. Andrés Eloy hizo una aclaratoria en su nombre, reparando el olvido y declamó un soneto que le había compuesto a Diego Córdova:



…”Andrés, agudo y espontáneo como ha sido siempre, haciendo gala de la facilidad de versificación y la chispa para la “puya” intencionada en una tarjetica escribió esta copla que envió a Guillén y en la que alude al Embajador de Cuba, que por infeliz casualidad se llama Francisco de Miranda y Barona: “Se debe una explicación al cubano y al gallego: el Don Francisco de Diego, es Miranda y es Varón,,,”( tomado del Diario  54 ,manuscrito de Ricardo Montilla).

El  06 de marzo de 1955, bautizo del libro de Andrés Eloy Blanco, “Giraluna”, editado en México, se realizó en nuestra casa y los padrinos escogidos fueron: Por México, el Dr. Chávez, eminente cardiólogo, por España, León Felipe, por Venezuela, Rómulo Gallegos y por Latino América, Raúl Roa. Los prologuistas: Alfonso Reyes, Rómulo Gallegos y Manuel Altolaguirre. Al inicio del acto Andrés Eloy dijo el soneto “Golfo de México” y escucharon la grabación del poema “Canto a los Hijos”, que motivó gran emoción en los presentes; fue una concurrida y agradable fiesta.

Golfo de México

Sobre el Golfo de México, Testigo,
del Viento Norte, el áspero oleaje;
te repartiste tu pasión del viaje;
dos noches con el miedo y dos conmigo.

Junto al Golfo de México, el paisaje
de Veracruz por el postigo,
nuestro querer de altura y cabotaje,
agua de espejo en donde encuentra amigo
Lo mismo aquí que en el azul sin playas,
como en la bajamar, te me desmayas
como en la pleamar, te me rebozas

y sube a tus ojeras el zafiro
de este mar del ciclón y del suspiro
que hicieron Dios y Juventino Rosas



El 20 de mayo fue un día de especial significación. Andrés Eloy se había venido de Cuernavaca pues se organizó un homenaje para conmemorar la muerte de Alberto Carnevali, en el cuál debía hablar. Escribe en su Diario Ricardo Montilla…” En la mañana habia ido a verlo…Aún estaba acostado y se afeitaba con su maquinilla eléctrica, Conversamos. Interrumpió su labor para entregarme el álbum de Reinaldo, que le había dado para un autógrafo. Me explicó que había dejado en blanco una palabra en el último verso de la décima que le había escrito, porque quería saber si me parecía bien que la estampara en el álbum del muchacho. Me  recitó la décima que tituló: “Consejos del viejo Andrés”, y dedicó a “Reinaldo Montilla Rugeles”. Dice:

“ Del altiplano mexicano

vienes, Montilla el pequeño;

sigues siendo guariqueño

nacido en el alto llano;

méxico-venezolano

bueno, bravo y zahorí

nunca olvidarás así

como cuatro es dos y dos

que si el ser pobre está en Dios

el ser pendejo está en ti.”

Cuernavaca, 19 de abril de 1955…/

…” le pedí que pusiera la palabra “pendejo” que faltaba y nos reimos mucho”..,Volví casa de él cerca de las siete de la noche… y se fue en el carro de Leopoldo Gil, con Lilina, Cecilia Olavarria y Maria Gil…poco después nos encontramos en casa de Aranguren”… 
“ Como asistió mucha gente al acto estuvo muy saludado ,especialmente por los que no lo veian desde tiempo lejano y por gente acabada de venir de Venezuela y de otros países. En este caso se hallaba el Profesor Dionisio López Orihuela. Andrés cerró el acto ,muy sereno, muy pausado y muy bien. Refutó conceptos de Quintero Luzardo sobre el pueblo. Lo aplaudieron mucho. Afortunadamente se le grabaron sus palabras y Lozano le tomó una foto. Todo eso era lo último suyo que estábamos guardando”… ( Diario de 1955)  .A las 12 y media de la noche  Ricardo Montilla recibió una llamada que le notificaba que había habido un accidente automovilístico y Andrés Eloy estaba gravemente herido…se trasladó a la Cruz Verde donde lo tenían y a los que venían con él…a las 4 y media …”dejó de latir su noble entraña”.
Este terrible acontecimiento conmovió tanto a venezolanos como a mexicanos y a todos los que conocieron la noticia, muy difundida por la prensa mexicana y en Venezuela . Andrés había manifestado a su esposa que “Mientras no haya en Venezuela un gobierno de dignidad y de justicia no quiero regresar ni vivo ni muerto”. Esta determinación la comunicó su esposa y se difundió pero cuando llegó la familia del poeta y apreciaron la situación que se le presentaba a la viuda con dos niños pequeños, consideraron más razonable que ella regresara junto a los niños y los restos de su padre. Se solicitó en Venezuela la autorización y Pérez Jiménez señaló que debía regresar antes del último de mayo o después del 15 de junio, ya que estaría de visita en Perú. El vuelo se programó para un sábado y cuando ya iba a despegar el avión en México les llegó la contraorden de que tenía que ser el lunes. Las obvias razones eran para impedir que el pueblo en Caracas, saliera a recibir y acompañar el féretro al cementerio, ya que era fin de semana. Sin embargo hubo bastante público a pesar de que llovió fuertemente.
A Ricardo Montilla le comenzaron a llegar muchas manifestaciones para hacer publicaciones de homenaje al poeta y la prensa mexicana le solicitó información para elaborar suplementos especiales en su honor. La actividad de difusión. continuó ,ahora sobre Andrés Eloy y seguía la que venia siendo sobre Don Rómulo Gallegos.
 

    


No hay comentarios:

Publicar un comentario