martes, 20 de octubre de 2020

A tres años del Tricentenario Elegía o idilio Autor: Adelfo Morillo

 


         En homenaje a Sesquicentenario de la muerte del escritor villatodosantino Daniel Mendoza; al XXV Aniversario de la creación de la Arquidiócesis de  Villa de Todos los Santos de Calabozo; a Monseñor Helímenas Rojo Paredes, Arzobispo Emérito de Calabozo, en los 94 años de su nacimiento, en los 70 años de su ordenación sacerdotal, en  los 40 años de su nombramiento como Obispo de la Diócesis de Villa de Todos los Santos de Calabozo, y a los  25 años  de su designación como primer Arzobispo de la Arquidiócesis de Calabozo.




A tres años del Tricentenario

Elegía o idilio

               Adelfo Morillo




Villa de Todos los Santos de Calabozo

Misión de Nuestra Señora de los Ángeles 2.020

En el último trimestre del dos miles veinte

nos presenta Villa de Todos los Santos

a tres años de su  Tricentenario,

nuestra copiosa, vergonzante elegía:


visible basurero al sureste;

estación de antiservicio de agua poluta al noreste;

sistema de antirriego del río Guárico 

con cresta y compuertas de la represa al noreste; 

instalaciones de antipolideportivo al norte;

antiservicio de energía eléctrica;

antiservicio de gas doméstico,

de  potencia gasífera a troncogas;

cuerpos de inseguridad ciudadana;

barrios abandonados, olvidados;

casco antihistórico de la ciudad;

antiservicio de transporte público;

antisalarios que alcanzan  para tres kilos de sal;

escuelas, liceos, universidades  

carentes de condiciones dignas para el aprendizaje;

centros de antisalud;

antiservicio de combustible, gasolina, gasoil,

andamos en troncomóvil…


Elegía que nos impusieron 

o nos impusimos con antigobernantes…


Ahora pinto este idilio:


Comencemos por ser paisanos,

amantes de nuestro país;

seamos llaneros,

con querencias por la llaneridad;

sintamos quariqueñía

por el río, por la tierra;

seamos villatodosantinos

el 1º de febrero,

el 1º de noviembre 

y cada día y noche,

sea día de resolanas o de entoldados,

sea noche deenlunadas o de sombras cerradas;

y en ese idilio sabremos elegir gobernantes 

y padres y madres cumplamos con los hijos 

y los hijos cumplan con padre y madre

y cada quien cumpla con su oficio o profesión

y el respeto sea nuestro proceder cotidiano.

En ese tiempo construiremos bien,

la ciudad se expandirá sanamente,

los niños jugarán sus juegos, cantarán sus canciones,

abuelos y abuelas pasarán en calma sus momentos

y hombres y mujeres cantarán con los poetas,

con músicos y cantores: 


Queramos al país porque si;

queramos este llano ancho y tendido;

queramos al Guárico aborigen 

en sus aguas y en su tierra;

queramos nuestra Villa de Todos los Santos

como la quisieron nuestros antepasados 

hasta defenderla con cuerpo, alma y tesón; 

estudiemos, trabajemos con amor,

celebremos en febrero,

festejemos en noviembre,

vísperas de  Navidad del  Niño bueno,

por este pueblo bendito

y Dios nos proteja

junto a Jesucristo 

y al Espíritu Santo…

Este idilio cantamos

por ahora y siempre,

este es nuestro canto

bajo este cielo de cercanías y lejuras,

sobre este suelo tostado o de barrizal

por las flores, por las aves

y por agua dulce de manantial. 

                                                    Adelfo Morillo



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