“Instinct picking up the key
Dropped by memory”
(Emily Dickinson)
Era Marzo de 1947. Plenitud del sol en Los Teques, ciudad floral. Vientos llegados a las cimas de los Altos, vienen del aliento del mar. Jóvenes artistas e intelectuales conversan bajo los árboles e idean un ateneo para la ciudad. Un poeta dirige la propuesta: Athilano Pacheco, amigo de los sueños hasta el fin de su existencia.
Después la lluvia de abril dulcificó los días y en la casa del poeta -calle Sucre Nº 14- fue la primera reunión, nos dice doña Graciela Istúriz, entonces la anfitriona. Posteriormente, Athilano Pacheco, José Antonio Arráiz y José Pescador visitan los diarios: El Heraldo, Los Teques Rotario, La Religión, La Esfera, El Universal y El Nacional ,los cuales dan la noticia siguiente:
Esta asociación, me dijo el señor Pacheco, hará cultura en el estado Miranda, tendrá un boletín informativo y propiciará giras de los ateneístas por diversas regiones del país. Así también publicará una serie de cuadernos donde se dará a conocer la obra literaria y poética de los miembros del Ateneo”. (El Nacional, 9 de mayo de 1947)
El “Liceo Miranda” acoge los dos encuentros subsiguientes, y el Gobernador doctor Paulo García Pérez, ofrece su colaboración. La idea fundacional anima los encuentros:
En la reunión de estos caballeros se notó entusiasmo y creemos que dentro de breves días será un hecho este paso de civilización por parte de los artistas e intelectuales de esta capital.
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Del modo anterior fue reseñado el primer encuentro el día 22 de Abril por La Esfera El Universal y La Religión
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Los adelantados ateneístas: Pacheco, Luis Pescador y José Rivera visitan de nuevo la prensa, y en mayo, leen dos comunicados por radio para anunciar la noticia. Los oyen los Ateneos de Caracas, Trujillo, Valera. Ana Mercedes de Morales Lara, presidenta del Ateneo de Caracas, ofrece su ayuda; los diarios capitalinos les abren sus páginas.
Una noche de junio de 1947, en el “Grupo Paraguay” rodeado de jardines, el público tequeño disfruta de un acto cultural organizado por el comité pro ateneo. Se diserta sobre su creación, se escucha música y poesía. Recitan Jesús Silva Vargas; Rafael Maradei Torres, intelectual guayanés. Anima el acto, el larense León Meléndez Santeliz.
Durante este período , alguien quiso usurpar al poeta Pacheco la figura como fundador del Ateneo. Entonces, la prensa publica su defensa con la misma cobertura dedicada a los preparativos. También ubicamos, en esos días una nota, entre cómica y satírica, donde se dice que en Los Teques la gente está más contenta con la llegada del pescado fresco, que con el Ateneo:
Hay fecunda y casi bíblica alegría en Los Teques, dulce capital ateneísta. Y no por el Ateneo, ciertamente, sino porque está llegando allí, en lotes promisorios, pescado fresco y jugoso. Una camioneta oficial con altoparlantes puso en conocimiento de la desabastecida población el hecho estupendo, y las amas de casa volaron materialmente al mercado en solicitud de los jureles milagreros. (El Heraldo, 14-6-47).
La inauguración del Ateneo de Los Teques, el 21 de junio de 1947, acogió figuras ilustres como Mariano Picón Salas y Federico de Onís. (Picón Salas era entonces decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela, y Federico de Onís, famoso escritor español, director de Estudios Hispánicos de la Universidad de Columbia). Picón Salas dio la lección inaugural. Una conferencia brillante. Destacó el valor de la cultura como bastión de resistencia ante el colonialismo; dijo que nuestros países "no pudiendo obtener el poderío por la fuerza militar e industrial, deberían obtenerlo por el avance de la cultura de sus pueblos".
Federico de Onís reflexionó sobre la originalidad del pensamiento americano; también disertó el doctor P. J. Pinzón Niño, intelectual colombiano, quien invocó a Bolívar para saludar la nueva asociación mirandina.
Intervinieron Athilano Pacheco y la presidenta del Ateneo de Caracas, Ana Mercedes de Morales Lara. Alarico Gómez recitó varios poemas. Después, escritores, pintores, músicos y público se dirigieron a la “Casa del Maestro” donde se inauguró una exposición pictórica del doctor Ángel Espinoza, y recitó Anita Hernández, presidenta del Ateneo Juvenil de Caracas.
La cena de rigor se obsequió en “La Casona” y en “La Casa García”. La noticia de la inauguración apareció en prensa caraqueña y del interior.
La idea de la cultura como poder, esgrimida por Picón Salas, se convirtió en el eslogan del naciente ateneo; en un boletín ateneísta del año 1949, donde se decreta la creación de talleres de arte, encontramos el lema: “Por el Poderío Cultural”. En este boletín, se dice que se dictarán talleres dirigidos a las personas sin estudios formales. Estos serían cursos gratuitos de pintura, música e idiomas.
“El diario de Carora” saludó el naciente ateneo y mencionó a varios larenses que lo integraban: Adela Villegas y su esposo Antonio Arráiz, Elio Mujica y León Meléndez Santeliz.
Este Ateneo funcionó desde 1947 hasta 1950, cuando Athilano Pacheco enfermó seriamente de una pierna a partir de una caída. Durante ese lapso, realizó conferencias, recitales, conciertos, y se organizó una biblioteca de la cual pudimos ver algunos ejemplares. Los entrevistados por la autora recuerdan conspicuos visitantes como Ramón Díaz Sánchez, María Luisa Escolano, Manuel Felipe Rugeles, Arturo Uslar Pietri.
Aunque la ayuda gubernamental fue exigua, se ofreció recitales y conciertos de piano y se auspició la actuación de compañías de operetas.
Junto a Athilano Pacheco, fundador y presidente de este ateneo, integraron la directiva: Adela de Villegas, directora de relaciones nacionales; María Teresa de Nézer, secretaria general; Antonio Arráiz; Elio Mujica; León Meléndez Santeliz, secretario de organización; Luis A. Pescador, secretario de propaganda; Francisco Alejandro Vargas, José Miguel Rivero Nadal: Carlos Julio Bello; Julio Barroeta Lara.
Como un silbido alegre bajo los árboles, en la fragancia verde de los pinos fue el ateneo de aquella lejana juventud. De eso hace 73 años.
En el actual Ateneo de Los Teques, existió hace unos años el Círculo literario fundado por el profesor Ricardo Mendoza Díaz y quien esto escribe; y en 1987 se rindió homenaje a Athilano Pacheco. Entonces propusimos que una de las salas de la institución llevara el nombre del poeta mirandino por su labor literaria y su condición de adelantado ateneísta. Esto no se cumplió. Pero la proposición sigue en pie. Aurora Magún de Pacheco, viuda del poeta Athilano, distinguida escritora y profesora universitaria, quien una vez participó como conferencista invitada por el Círculo Literario aquí mencionado, guardó celosamente los archivos de ese Ateneo . Doña Graciela Isturiz , primera esposa del poeta Pacheco también nos ofreció, muy gentilmente, interesante información.
El 24 de noviembre de 1979 se fundó el actual Ateneo de Los Teques bajo el mandato del gobernador doctor José Rafael Unda Briceño quien propició su creación. El doctor Ildefonso Leal, cronista de Los Teques, concreta la propuesta acompañado por un grupo de intelectuales y artistas en la fecha anteriormente mencionada. Su primer presidente fue el señor José Rafael Malpica. .Quien esto escribe, también fue presidente del mismo. Este Ateneo, a través de su coral, talleres, publicaciones, espectáculos, del preescolar, del grupo de danza, de su Festival Coral Internacional, materializó proyectos culturales soñados por el poeta Athilano y el grupo fundador para aquella ciudad bosque, visitada y amada por artistas, de todas partes, que fue Los Teques.
Hoy el Ateneo de Los Teques, que estuvo por año , desde su fundacióen la histórica “Quinta San José”, la cual le fue dada en comodato, no tiene sede.
Al finalizar, recordamos la obra literaria de Atilano Pacheco junto a su labor como promotor cultural. Poeta, ensayista y dramaturgo, publicó en Venezuela y en revistas del extranjero. Parte de su poesía se escribe siguiendo su propuesta estética del ”Onirodismo” cuya teorización es expuesta epistolarmente al famoso escritor español Federico Sáinz de Robles desde San Pedro de Los Altos, en 1957. En su respuesta desde Madrid, Sáinz de Robles reconoce la originalidad e importancia de la propuesta creativa del venezolano. Athilano fue también fundador y director del Taller Literario de la UCAB. Este ilustre mirandino cuyo nombre artístico fue Andrés Athilano, vivió y creó por muchos años en Los Teques. Había nacido en Guarenas en 1921 y murió en Caracas en 1986.Por muchos años se ha olvidado su aporte a la cultura y a las letras de nuestro país.
Sean estas breves palabras una carta de nostalgia por la ciudad bosque que fue Los Teques, y sea una hoja al viento, hoja desprendida del árbol de la poesía y del amor de una crónica, para recordar a Athilano y a aquellos hombres de Los Teques que creyeron en la cultura como sueño.
Agradecimiento a Da. Aurora Magún de Pacheco y a Da. Graciela Istúriz, ya fallecidas,
por los datos que en su momento, me aportaron.
Rosalina García de Jiménez
Academia de la Historia del Estado Miranda
Academia Venezolana de la lengua
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