LOS LLANEROS
Por: Alejandro Castellanos Gómez
Octubre 2021
Sobre el origen
En los Llanos
Colombo-Venezolanos durante el periodo de ocupación española, la población
indígena fue salvajemente diezmada por los invasores, el guerrero indígena lucho
a brazo partido contra la ocupación y colonización por los europeos, quienes
además del caballo y los cañones trajeron sin proponérselo una mortífera arma
biológica, la viruela, siendo esta la que causó más bajas en la población
indígena, adicionalmente debemos señalar que los españoles contaban con una
ventaja comunicacional, su idioma, el
castellano, poco se ha dicho de esto pero mientras los nativos se
esforzaban por comunicarse en sus múltiples lenguas y dialectos, los invasores
contaban con un idioma común y además muy completo que no sólo lo hablaban sino
que lo escribían, esta ventaja comunicacional sin duda fue de capital
importancia para el éxito español.
Lo cierto es
que de la población indígena los varones fueron exterminados en su enorme mayoría,
inicialmente por la guerra y las enfermedades y luego por el trabajo y los
rigores de la esclavitud, los invasores autoproclamados conquistadores,
procuraron conservar a las mujeres
indígenas quienes les servían en los quehaceres domésticos y la agricultura
de subsistencia, además de satisfacer sus deseos carnales. Durante los primeros
cien o más años de ocupación española en los llanos no habían esclavos de
origen africano, de modo que el linaje del llanero colombo venezolano es
mayoritariamente de india y español, la
india llevó en su seno el fruto del oprobio al que pario con dolores, amamanto
con amor y le enseñó el coraje del cacique, además de adiestrarlo en los
secretos, habilidades y artimañas para sobrevivir en tan hostil medio.
Sobre el desarrollo de su identidad cultural
Este mestizo
se crió en las inmensas sabanas de nuestros llanos bajo los rigores del
invierno que lo inunda todo y el inclemente verano que pareciera poder
convertir las sabanas en desiertos y por si fuese poco, miríadas de zancudos
que día y noche acompañaban al mestizo, junto a innumerables peligros como
serpientes venenosas de todas las tallas y colores, caimanes, caribes y rayas
en los ríos y caños, tigres (jaguar) y leones (pumas) en los montes, de modo
que no fue fácil para el mestizo. Nuestro llanero así mismo heredó la
fortaleza, la astucia, la bravura y temeridad del invasor español de quien
aprendió también el oficio de la cría del ganado vacuno y todo lo relacionado
con la cría, doma y monta de caballos convirtiéndose en verdaderos centauros.
El llanero
vivió entre sabanas y bajíos, de la única forma que se puede vivir ahí, libre,
por más opresivos que fueran los rigores de la sociedad de castas, la cría de
ganado en nuestras sabanas ofrecía a estos llaneros cierta condición de
libertad lo que contribuyó a formar el espíritu libre de nuestros indómitos
guerreros, esta condición la podemos observar también en las tribus de beduinos
quienes en los desiertos del norte de África junto a sus camellos se han convertido
en invencibles y aguerridos defensores de su libertad.
Así se
poblaron nuestros llanos, tierra de abundantes recursos, pastizales infinitos
capaces de albergar a millones de cabezas de ganado vacuno, donde además habían
enormes cantidades de chigüires, venados, chácharos, multitud de especies de
aves, caudalosos ríos llenos de peces, pero también innumerables peligros. El
llanero desarrollo una serie de habilidades tendientes a enfrentar tantas
dificultades y que se convirtieron en parte fundamental de su cultura, de modo
que para preciarse del título de llanero aún hoy día debe uno ser capaz de
ejecutar una serie de hazañas como amansar un caballo, capar un toro (después
de tumbarlo e inmovilizarlo), cazar un tigre o un caimán, cruzar un río crecido
nadando junto al caballo, patronear una canoa y pescar arponeado, amansar y
ordeñar una vaca, matar una res y despostarla, sacar una soga del cuero de una
res y hasta componerle unos versos a una muchacha bonita, entre muchas otras
habilidades y destrezas. Según relato del poeta portugueseño Yorman Tovar:
"Hoy día
aún podemos apreciar cada año un festival que además de las expresiones
artísticas del llano como el canto, baile, declamación, incluye un evento de
competencia sobre el dominio de estas faenas llaneras llamado El
Auténtico llanero, me refiero al gran festival Araucano de la
frontera en las poblaciones fronterizas entre Colombia y Venezuela (el Amparo y Arauca) en los llanos de Apure y
Casanare específicamente en Arauca en el cual participan llaneros de ambos
países, quienes no reconocen fronteras entre su llanura y cultura."
(1)
La formación
de estos hombres en el dominio de tales destrezas era un proceso largo y arduo,
además de sumamente riesgoso, en entrevista con Don Agustín Díaz Alzúru, llanero portugueseño de gran experiencia
en el tema, relata que hasta los primeros lustros del siglo XX era común:
"Una
práctica llamada La Concertación, en
la cual los padres de origen generalmente humilde entregaban a sus hijos
adolescentes (15 o 16 años) al dueño del hato para su formación como llanero,
el proceso duraba hasta que el joven cumplía la mayoría de edad, durante ese
período el aprendiz era obligado a realizar todas estas riesgosas labores so
pena de recibir fuertes azotes, para lo cual el dueño del hato tenía toda la
autoridad, se lo entregaban a lomo
libre. Durante este período de preparación, el joven llanero aprendía junto
a los más experimentados peones del hato.
El acuerdo incluía que el muchacho no recibía ninguna paga por su trabajo y
los riesgos iban por su cuenta, es decir si se malograba o incluso moría, no
había reclamo, cualquier beneficio que el dueño del hato quisiera dar era
recibido por los padres, lo que generalmente era en comida, esta era La
Concertación. El cantautor guariqueño don Dámaso Figueredo recoge esta
tradición en una canción de su autoría". (2)
Este diario
desafío de vivir en una tierra que exige un esfuerzo casi titánico, arriesgando
la vida con mucha frecuencia para luego premiarte con sus bondades resultó en
una especie de relación maternal en la cual la llanura es la madre y el llanero
su hijo, esto aún hoy persiste y podemos apreciarlo en casi todas las
expresiones culturales del Llano Colombo-Venezolano, el llanero es el hijo de
la llanura.
Sobre la tierra la palma
Sobre la palma los cielos
Sobre mi caballo yo
Y sobre yo mi sombrero
(Copla
anónima)
El caballo
vino a jugar un rol determinante en la vida del llanero, llegando a convertirse
en una suerte de complemento ya que no es posible cubrir las enormes distancias
entre los poblados y hatos sin la invaluable ayuda de este noble animal, además
la mayoría de las faenas llaneras ameritan el uso del caballo, este
extraordinario animal se compenetra con el jinete y es capaz de entender lo que
este quiere llegando a formar más que un equipo una unidad, en los trabajos de arreo y captura de reses mañosas o
cimarronas, en el deporte como los toros coleados e increíblemente en la
guerra, el caballo no solo comprende lo que se espera de él sino que pareciera
involucrarse emocionalmente en la acción, los que han tenido caballos saben de
lo que estoy hablando, es más los españoles cuando llegaron con los primeros
caballos se reían de los indígenas porque estos decían que el hombre y el
caballo eran un solo animal, no creo que los constructores de las
civilizaciones Maya, Azteca e Inca tuvieran esa torpe apreciación, creo que las
barreras idiomáticas impidieron la transmisión correcta de la idea, no es que
son un sólo animal, es que son una UNIDAD
y en ninguna parte se evidenció más eso que en los Llanos Colombo-Venezolanos.
Nuestro
llanero no es el indígena norteamericano apache, cheyene o comanche que
aprendió a montar a caballo, tampoco es el gaucho uruguayo o argentino quienes
son EUROPEOS injertados en las pampas del sur de nuestro continente, nuestro
llanero es un mestizo ÚNICO y auténtico de los Llanos Colombo-Venezolanos, cuya
cultura fue tallada por ellos mismos adaptando a su realidad retazos útiles de
las culturas indígena y europea para sembrárselas en el alma, en el alma
llanera. Es así como vemos al llanero dormir en el ancestral chinchorro indígena,
cerrar sus viviendas de techo de palma con bahareque y con tapias, navegar en
canoas, crear su propia música modificando la pesada arpa clásica y la guitarra
para hacerlas más livianas e incorporarles la compañía de los capachos
indígenas para producir la música más linda jamás oída, inspirada en la
naturaleza y el infinito amor que el llanero siente por ella y por sus
llaneras, nobles, batalladoras y hermosas mestizas que llevan en la piel todos
los colores de la miel.
Sobre su Rol en la guerra de independencia
Cuando
aparece en el escenario la guerra de independencia, los llanos se convierten en
la despensa de los ejércitos, ninguna otra región de nuestro país cuenta con
tanta biodiversidad, infinitos rebaños de ganado y hatajos de extraordinarios
caballos, pero los llanos también tenían su propio ejército, LOS LLANEROS, con sus propias razones
de lucha, una lucha de clases con trescientos años de incubación.
La peculiar
horizontalidad en el trato y hábitos del llanero, obligó a los caudillos de la
guerra de independencia a establecer una relación de igualdad o camaradería con
ellos, comiendo y durmiendo juntos, afrontando los peligros y desafíos sin
distinción ni preferencias con el fin de granjearse el respeto y la legitimidad
indispensables para dirigir a tan feroces guerreros. Fernando
Calzadilla Valdez en sus relatos "Por los llanos de apure"
(1.948) señala al respecto:
"El peón
apureño es diferente, no se somete a restricciones de ningún género, es
indómito, en su vivir no establece ni es posible establecer diferencia con el
amo, viviendo en la más absoluta camaradería con él. Cuelga su chinchorro del
mismo horcón o rama, come del mismo asador, bebe agua del mismo caño o pozo sin
filtrar y en el mismo cacho, lo someten a prueba los mismos peligros.... Las
circunstancias que lo rodean junto con su habilidad a base de su gran práctica,
le dan más bien cierta superioridad, bien demostrada por él en la
oportunidad". (3)
Un hecho de significativa importancia en la guerra de independencia fue
que Boves Empoderó sus huestes con
la promulgación del famoso Bando de Guayabal del 01 de noviembre de 1.813, esto
ocurrió luego de una fuerte represión aplicada a los llaneros por Juan Vicente
Campo Elias, después de haberlos vencido en la Batalla de Mosquiteros.
"El realista José Tomás Boves, caudillo de
los llanos de Caracas, dicta un bando en el que decreta la muerte, en especial
de los criollos blancos, incluso los realistas, la confiscación de sus bienes y
su reparto a los soldados del Rey" (4)
El Bando de
Guayabal vino a legitimar la lucha de clases investida de venganza,
retaliación, desquite, pillaje, saqueo y un sinfín de las más horrendas formas
y métodos de lucha. Con este empoderamiento, con el conocimiento y los recursos
infinitos que les proveía la llanura los llaneros eran INVENCIBLES.
Los llaneros
de Boves, de Páez, de Zaraza... no fueron
nunca de nadie, más bien los caudillos fueron de los llaneros, porque bajo el mando de distintos líderes su
causa fue siempre la misma, luchaban contra la sociedad de castas y la
esclavitud, así como sus métodos de lucha y hasta su estandarte ( una bandera
pirata y una pluma de zamuro negra) bajo el cual pelearon con Boves también pelearon
con Páez en Carabobo y hasta hoy lo exhiben en los desfiles del 24 de junio, de
tal manera que irónicamente pudiéramos decir que el General Páez peleó en
Carabobo bajo el mismo estandarte que otrora peleara Boves. Estos
feroces guerreros no fueron derrotados ni renunciaron a sus razones de lucha,
más bien los caudillos debieron ganarse su respeto y adaptarse a su modo de
vida, a sus métodos de guerra e identificar la causa ideológica con sus
intereses sociales y étnicos.
Después de la
muerte de José Tomas Boves, Morillo llegó a Venezuela con un ejército de más de
diez mil hombres y queriendo limar asperezas con los blancos criollos despojo
de autoridad a una gran cantidad de mestizos, zambos, negros e indios del
ejercito de Boves y licenció a tres mil llaneros enviándolos para la Nueva
Granada pero Páez los esperaba en Apure para volver a empoderarlos, aunque con un importante giro de
timón.
''Ni Morales
ni Morillo consiguieron jamás el dominio sobre los indómitos llaneros, serian
hombres como José Antonio Páez, Manuel Cedeño, José Gregorio Monagas, José
Antonio Anzoátegui y Pedro Zaraza entre otros los que con su fama ganaron el
apoyo de estos jinetes, hábilmente Bolívar consiguió el respaldo de estos
personajes, clave para su victoria final".(5) (Wikipedia,
Enciclopedia Libre, 2021)
Ciertamente
había cuentas que arreglar y los llaneros pelearon su propia guerra dentro de
la guerra de independencia.
Desde aquí me
parece verlos, volviendo de Carabobo, rumbo al sur a su llanura, coronando
serranías por las galeras del Pao, grapado sobre el castaño, pie descalzo en el
estribo, pantalón a media pierna, canillas empolainadas con barro del campo
glorioso, torso desnudo desafiando al astro rey, brazo firme, lanza en mano,
cabo en tierra y punta al cielo, entintada con la sangre del opresor, seña
inequívoca de la afrenta lavada, muy maltrecho el de cogollo por lo duro de la
refriega y el corazón late fuerte, por el mensaje que lleva, el parte de
Carabobo que su llanura lo espera.
Fuentes:
- Tovar, Yorman (2021). Testimonio oral telefónico.
- Díaz, Agustín. (2021). Testimonio oral telefónico.
- Calzadilla, F. (1948). Por los llanos de Apure. EDICIONES DEL
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL.
- Fundación Empresas Polar. (2010). 1813 - Cronología de historia de
Venezuela. 1813 - Cronología de historia de Venezuela. https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/_custom/static/cronologia_hv/zoom/s19/1813-15.html
- Colaboradores de Wikipedia. (s. f.). José Tomás Boves. Wikipedia,
la enciclopedia libre. Recuperado 5 de abril de 2021, de https://es.m.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Tom%C3%A1s_Boves
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