miércoles, 30 de noviembre de 2022

EL CRISTO DEL CALVARIO. DE LEYENDA A TRADICION Y DE LA TRADICION A LA HISTORIA. Gisela Pastori de Núñez

 

XVI ENCUENTRO DE CRONISTAS E HISTORIADORES DE VENEZUELA EN CALABOZO.


EL CRISTO DEL CALVARIO. DE LEYENDA A TRADICION Y DE LA TRADICION A LA HISTORIA.

Gisela Pastori de Núñez

Para decirlo con palabras del historiador aragüeño Lucas Guillermo Castillo Lara, La ciudad Procera de La Victoria, llena de heroísmo por los cuatro costados, ha tenido siempre a flor de labios la hazaña guerrera para contar su historia y con frecuencia nos dejamos arrastrar por ese llamear heroico y nos olvidamos de lo que constituye también su viva esencia; y por eso en esta oportunidad nos ocuparemos de escribir para el conocimiento de las actuales y futuras generaciones el origen y la trayectoria de un hecho ocurrido en su barrio más antiguo con el convencimiento de que no se trata de escudriñar por el mero ejercicio de investigación histórica ni por el deseo de contar cosas viejas a manera de entretenimiento, sino más bien una forma de saber de dónde venimos, para comprender lo que somos, y por ende, a donde vamos”. (1)

Ese hecho al que nos referiremos, podría decirse recordando al poeta apureño Elías Rodríguez Argüello, uno de los tantos impulsores de la tradición Aragüeña “El baile de la Llora” publicada  para los victorianos en su obra “ARAHWA”, parecida ésta más bien a una historia novelada con personajes forjados en sus sueños, donde afirma “que si le ponemos alas a las ideas podrían  concretarse al escribirlas; pero si la leyenda es espíritu, el folklore es alma,  y  si  la historia es la materialización del ser social, un pueblo que no haya creado sus leyendas, y que no busque la fuente de su folklor, es un pueblo que no se conoce a sí  mismo y es difícil que alguna vez pueda tener historia”. (2) Digamos entonces con él: Ustedes amigos lectores que son autores y actores a la vez, idealicemos ese escenario donde dejaremos las señales de nuestro paso por esa leyenda convertida en tradición por las generaciones sucesivas que con la ayuda del tiempo formará parte de la historia del Barrio de Jesús.

Una de esas señales las encontramos en una carta dirigida a “Un Victoriano del Ayer” por otro coterráneo más reciente, el añorado por quienes le conocimos Leopoldo Silva, donde se reflejan lo recuerdos de su pueblo que escuchó contar a sus mayores para referirse a una calle “que nace a las faldas del Calvario, casi en la capilla que une el cordón umbilical de las escalinatas por donde baja el Cristo (cuando quiere) todos los años a mediados de septiembre con vaivenes de velero en altamar.  Dicha calle por donde pasea el Cristo del Calvario es La Candelaria, que trazada a cordel nos lleva hasta la Iglesia Matriz, donde una vez los cargadores quisieron llevar la procesión, y según cuenta la tradición, a pesar de que esas puertas son de doble tamaño que las de la Capilla del Calvario, por más que lo intentaron no lo lograron. Regresaron entonces a su sede habitual y entró perfectamente. Desde entonces no volvieron a intentarlo. Ese andar a la inversa, ese regresar en el tiempo, nos llena de melancolías, pero nos remoza hasta convencernos de que tantas cosas gratas no pueden perderse y de que algo nos queda de las simples verdades que sencillamente encierran esos recuerdos que se niegan a morir”. (3)

Las remembranzas  de estos 3 tres aragüeños de tanta trascendencia unidas a las de muchos más nos animan a resumir y a expresar  sus comentarios sobre la existencia  de una leyenda que es ya casi una tradición y  esperamos forme parte algún día de la historia pequeña de La Victoria;  cual es la devoción a la imagen de un Cristo crucificado  rescatado de la tierra de cultivo por  José Hilario Urbina, un campesino creyente de la grandeza  del  poder de Dios, cuyos dones milagrosos fueron compartidos con sus familiares y con los  vecinos de  una comunidad cada día más populosa, el barrio  más  antiguo de “Aragua Arriba” como se llamó en sus inicios esa parte del valle aragüeño,  y el cerro donde fue encontrado “Cerro Alto”   donde según consta en los archivos revisados, sus pobladores desde los primeros tiempos,   tuvieron la posibilidad de haber sido muy bien adoctrinados y educados.

Fue así como la noticia de sus milagros se fue extendiendo poco a poco entre la gente y sin proponérselo expresamente nació el culto a una imagen, al decir de sus devotos muy milagrosa, y con el transcurrir del tiempo el Cristo encontrado se convirtió en una leyenda que paso a paso va en camino de transformarse en tradición;  y como la mejor manera de que sea el pueblo quien decida su destino transcribiré varios testimonios orales recogidos entre sus seguidores en fechas diferentes no sin antes informar que hace 150 años se conformó una Sociedad Benéfica con su nombre constituida por personas dispuestas a colaborar bajo los términos impuestos por sus reglamentos con el fin de auxiliar a los vecinos de esa comunidad, grupo que todavía subsiste del cual habrá que hablar en otra oportunidad. A continuación, van los testimonios recogidos a lo largo de esta investigación para lo cual entrevisté solo personas residentes en los alrededores de la Capilla del Calvario.  Existe la  información de  que uno de los representantes de esa Sociedad Benéfica se ocupa de facilitarle a quienes  desean conocer la historia del Cristo en el Calvario o la de la construcción de la capilla que le venera y que como incansable vigilante domina uno de los cerros del Noroeste de La Victoria, la cual anexaré a las fuentes consultadas aunque tiene errores y algunos datos que no se ajustan a la realidad de los hechos.

TESTIMONIOS ORALES. INFORMANTES:

Carmen Villanueva. 25-6-1990. “Antes la procesión bajaba por las escalinatas y salía a las 3pm, recorría la calle de Jesús (ahora Guzmán Blanco), y después de cruzar en la esquina de don Elías López, entre las 6 o las 7pm subía de nuevo por las escalinatas (porque era más fácil que hacerlo por el cerro). Ahora baja y sube por la carretera que abrieron y el regreso es más temprano. Eso fue hasta el año 1966 porque en este momento la Capilla está casi en ruinas. A la misa venía gente del campo cercano, de la Colonia Tovar y de Caracas, a veces un día antes porque el 13 por la noche había retreta con música venezolana y terminaba con el Alma Llanera”.

María Requena de Rivas. “Cómo era la fiesta: El 14 de septiembre era un día especial pues había dos misas una a primera hora oficiada por el párroco de la Matriz para que los niños que habían sido preparados en dicha iglesia hicieran la Primera Comunión y la otra a las 9 am para el resto de los feligreses a cargo de varios Curas de otras partes. Cuando ella tenía 14 años en 1935, las Retretas eran hasta altas horas de la noche amenizadas por los músicos victorianos Hermanos Belisario (quienes a costa de Gonzalo Gómez tocaban las Retretas  los viernes y domingos en la Plaza Ribas). Otras atracciones eran hacer volar hacia el Oeste de la ciudad los globos o bombas de papel de vivos colores que más de una vez flotaban hasta llegar a San Mateo; y lo que más deleitaba a niños y adultos era esperar a las dulceras que venían desde San Mateo y de otros lugares aledaños con sus faldas largas de colores, blusas (cotas) blancas adornadas en el cuello y mangas con encajes o tiras bordadas, delantal y pañuelo blanco en la cabeza y alpargatas bordadas o chinelas, y sus azafates (elaborados por los mismos carpinteros que fabricaban las urnas de sus muertos) repletos de cucuruchos de maní, pavos, (hechos con la misma masa de las catalinas), aliados (pateganao), conserva de coco blancas y marrones, melcochas, bocadillos de guayaba, pan de horno, cortados o almidoncitos, polvorosas, besos y suspiros. Desde 1940 en adelante se vendieron las cotufas y chicha artesanal. Pero después de la desaparición física del fiel guardián de la Capilla el querido por todos, Don Román Martínez, la fiesta comenzó a decaer.

Ana T. Jiménez de Pastori: Año 2000. Ella (mi madre), escuchó decir que en una época el Padre Lazo vivía al lado izquierdo de la Capilla y la gente del barrio El Calvario la llamaba “la casa del Cura” y hubo otro cura protector del Cristo, Santiago Florencio Machado, quien  fue el creador de la base donde se apoya  la imagen del Cristo  sobre  la mesa de la Procesión  que  recorre las calles en hombros de sus fieles cargadores y de la aureola  que lo rodea, y   dijo también que la trayectoria en una época era de la Capilla al centro de la ciudad y luego hasta la iglesia Matriz y que por la calle Candelaria regresaba de nuevo a su Capilla que subía  por “Los ecuatorianos” y al llegar arriba cruzaba a la izquierda hasta volver a subir;  pero no por las escalinatas (que eran la representación del Rosario al  Santísimo con sus Misterios Gozosos y Dolorosos, sus ave Marías y sus Padre Nuestros), sino por el cerro, menos riesgoso para ellos. 

Rosa Torrealba. 26-6-990.  “Ha vivido sus 62 años en la esquina de la calle Libertador vecina a la Capilla. Según ella la fiesta se hacía en su tiempo con la colaboración de los vecinos del Barrio; y los gastos para adornar la esquina cercana a su casa, los músicos para anunciar la festividad y el camión para pasearlos por toda la ciudad estaban a cargo del dueño de La Calera, un victoriano acaudalado de apellido Urdaneta Maya (una familia dueña de la antigua hacienda La Mora). Y el 14 de agosto sonaban las campanas de la Capilla a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 6 de tarde,  y durante todo el mes viajaba al barrio la gente de los sitios vecinos a la ciudad a traer el pago de sus promesas al Cristo que quedaban bajo la custodia de los miembros de la Sociedad de Jesús en El Calvario. Hay una lista de milagros del Cristo que hay que sentarse a escucharlos porque son muchos y debo decir que todos sus devotos  describen y relatan los de su propia cosecha y algunos que ya son parte de la tradición; y por tanto conocidos por todo el Barrio de Jesús y de El Calvario. Y para finalizar expondré los datos que logré recolectar no sin antes decirle a los lectores que  todavía hay dudas al respecto que es necesario aclarar sobre esta tradición victoriana, que si no la cuidamos entre todos,  corre el riesgo de debilitarse y desaparecer .

Información recogida por mi persona en el año de 1988. El 10 de julio de 1786 Don Luis Tomás de Torres. Victoriano y vecino de este lugar se dirige a Monseñor Viana con la finalidad de suplicarle el permiso para construir una capilla en honor del Cristo del Calvario en el lugar donde fue efectivamente edificada con dinero de su propio peculio. En dicha carta   se detallaban efectivamente las características de la citada capilla. En esa época estaba culminando el proceso de elevar al Pueblo de Indios de La Victoria a la categoría de Villa, y es probable que sus habitantes estuviesen empeñados en la tarea de embellecer al pueblito para cuando llegase ese momento. El Cura de La Victoria, Monseñor Viana, concede el permiso, y el Gobernador Gabriel José Aramburú autoriza la construcción. Hay dudas con respecto a la fecha en la cual fue inaugurada pues Landaeta Rosales afirma que fue en 1825, fecha en la que por cierto se dice que Simón Bolívar la visitó, y según otros testimonios en 1824 le fueron agregadas las dos naves laterales. Llama la atención que Humboldt en la  relación  de su paso por La Victoria no mencionara la Capilla que dominaba desde lejos la ciudad y nos hace pensar que fue construida en una fecha posterior a la indicada. Lo que si sabemos con precisión es que en 1676 se erige allí una Cofradía y que a los 75 años de su fundación el pueblo llamado Nuestra Señora de la Victoria rivaliza con otras ciudades españolas más antiguas y que en ese momento todavía pertenecía a la Catedral de Caracas.  Se sabe también que en 1686 Juan Díaz Vargas Machuca en nombre de Diego de Baños y Sotomayor confirma la erección de la Iglesia Parroquial del pueblo de La Victoria. (y dejó de pertenecer a Caracas) y consta que ya para ese tiempo había llegado a la ciudad el Padre Juan de Heredia y Aguiar, un sacerdote sumamente preparado que se convirtió en un verdadero protector de los indios victorianos y se ocupó de culturizar a su población.

Lo demás es historia reciente. El 28 de julio de 1960 la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación decretó que todas las iglesias, templos, capillas y ermitas que  hubiesen sido construidas antes de 1830 fuesen consideradas monumentos históricos nacionales, pero la poca voluntad  de la mayoría de los gobernantes por mejorar lugares de interés turístico que ayuden al desarrollo de la ciudad en general contribuyó con el deterioro de la hermosa capilla y con ello al debilitamiento de una  tradición que alimenta el espíritu de los victorianos, católicos o no, hasta que por iniciativa del Cronista de la Ciudad (Germán Fleitas Núñez) desde su rol de Alcalde gestionó su reconstrucción ante el Obispo de la Diócesis de Aragua Feliciano González primero, y Monseñor Henríquez Andueza después; y con la colaboración efectiva del Gobernador de Aragua (Carlos Tablante)  para ese momento fue aprobada dicha gestión. Así, el 4 de septiembre de 1992 los victorianos tuvimos de nuevo la oportunidad de celebrar y de seguir celebrando en una renovada Capilla que un labrador encontrara en la tierra que preparaba para la siembra  la imagen milagrosa de un Cristo crucificado que cambió la vida y el futuro del lugar que comenzó a llamarse desde entonces el Barrio de Jesús.

 

FUENTES CONSULTADAS.

(1)-CASTILLO LARA, Lucas G. - Nuestra Señora de la Victoria-La Alborada Niña de Muchos Sueños- Pg. 9 y 97. CARACAS. 1978.

(2) RODRÍGUEZ ARGUELLO, Elías. - Arahwa. Sobre el Sentimiento Telúrico de un Pueblo.

Pg.20 y 21.. VALENCIA- VENEZUELA.1970.

(3) Silva, Leopoldo (Polito). Aragua su Prosa en el Tiempo. Carta a un Victoriano del Ayer

Pg. 273.ASAMBLEA  LEGISLATIVA DEL ESTADO ARAGUA. 1971.

Gisela Pastori de Núñez. Maracay-Octubre. 2022.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario